La tensión vecinal volvió a aflorar en O Grove este miércoles, cuando un grupo de residentes de la zona de Hortos decidió impedir el paso de los autobuses escolares como medida de protesta. Los afectados denuncian que las condiciones de la vía que atraviesa el barrio son inadecuadas para el tránsito de vehículos de gran tamaño, y advierten que la situación pone en riesgo tanto a los vecinos como a los propios escolares.
Los residentes aseguran que llevan tiempo trasladando sus quejas al Concello, sin que hasta ahora se haya dado una respuesta satisfactoria. Según explican, la carretera presenta estrechamientos y falta de visibilidad en varios puntos, lo que complica la circulación de autobuses y camiones. A ello se suma la ausencia de aceras y señalización adecuada, un factor que, a juicio de los vecinos, incrementa el peligro para peatones, especialmente niños y personas mayores.
Durante la protesta, los autobuses tuvieron que detener su recorrido y reorganizar sus rutas, lo que provocó retrasos en el transporte escolar y evidenció la gravedad del conflicto. Pese a las incomodidades generadas, los manifestantes defienden que se trata de una acción necesaria para llamar la atención de las autoridades y acelerar la búsqueda de una solución.
El malestar de Hortos no es nuevo. En anteriores ocasiones ya se habían trasladado al Concello quejas similares, aunque sin llegar a un punto de confrontación como el vivido en esta jornada. Los vecinos reclaman que se estudien alternativas que permitan desviar los autobuses escolares por rutas más seguras o, en su defecto, que se acometan mejoras en la infraestructura actual para adecuarla al tránsito de estos vehículos.
Desde el ámbito municipal, por el momento, no se ha concretado ninguna medida definitiva. No obstante, fuentes del gobierno local reconocen que el problema existe y que deberá ser analizado con urgencia, dado que el inicio del curso escolar multiplica la relevancia del asunto.
Los vecinos, por su parte, advierten que no descartan nuevas movilizaciones si no se atienden sus demandas. “No estamos en contra de los escolares ni de su derecho al transporte, pero la seguridad del barrio no puede seguir poniéndose en juego”, señaló uno de los portavoces de la protesta.
La situación en Hortos refleja un conflicto más amplio que afecta a varios núcleos rurales de O Grove, donde la convivencia entre tráfico pesado y calles estrechas sigue siendo un reto pendiente para la administración local.
Fuentes:
La Voz de Galicia
Diario de Pontevedra