La playa de A Lanzada, en O Grove, ha sido escenario de preocupación entre residentes y visitantes debido a la presencia de cuatro cadáveres de delfines que, según informes, llevan más de dos semanas sin ser retirados. Algunos de estos cetáceos han estado en el arenal desde al menos el 14 de diciembre, generando malestar por el olor y la presencia de aves carroñeras.
Un surfista y vecino de Pontevedra alertó a las autoridades el 14 de diciembre, contactando al 112, que derivó el aviso a la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma). A pesar de la notificación, los cuerpos permanecen en la playa, incrementando la inquietud entre los usuarios habituales del arenal.
La situación ha llevado a los vecinos a expresar su descontento, señalando que «cheira a podre e as gaivotas comen neles», y cuestionando la inacción de las autoridades competentes. La Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático ha indicado que no ha recibido comunicación oficial por parte del Concello de O Grove, entidad responsable de intervenir en casos donde los animales midan menos de tres metros. No obstante, el departamento autonómico ha manifestado que está recabando más información para abordar el caso.
Este incidente se suma a otros varamientos recientes en la costa de O Grove, incluyendo la aparición de una ballena de cuatro metros en la zona de Sobre do Pozo el 20 de diciembre, lo que ha intensificado las preocupaciones sobre la gestión de estos eventos y la salud de la fauna marina en la región.
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